*A los 20 minutos:
Desde el último cigarrillo, se restablece la presión arterial, el pulso y la temperatura de manos y pies.
*A las 8 horas:
Se normalizan los niveles de monóxido de carbono y oxígeno en la sangre.
*A las 24 horas:
Diminuye la posibilidad de un ataque cardíaco.
*A las 48 horas:
Las terminales nerviosas se acostumbran a la ausencia de nicotina, además mejora el gusto y el olfato.
*A las 72 horas:
Los bronquios se relajan, se respira mejor, además mejora la capacidad pulmonar.
*Entre dos semanas y tres meses:
Mejora la circulación, la función pulmonar (en un 30%) y es más fácil caminar.
*Entre uno y nueve meses:
Disminuye la tos, la congestión nasal, la fatiga, la falta de aire y aumenta la energía en general. También se regeneran los cilios y disminuyen las infecciones.
*Al año:
Disminuye a la mitad el riesgo de morir por enfermedad cardiaca.
*A los cinco años:
El riesgo de morir por enfermedades cardíacas se iguala al de los no fumadores; en el caso de las patologías pulmonares esta posibilidad disminuye a la mitad.
*A los 10 años:
Se reemplazan las células cancerígenas, disminuye la incidencia de algunos cánceres y el riesgo de morir por uno de sus tipos es similar a los no fumadores.
Fuentes:
- Cómo ayudar a dejar de fumar, Ministerio de Salud, Chile, 2005.
- Dejo hoy de fumar, Ministerio de Salud de la Nación, República Argentina, 2005.
- Ministerio de Sanidad y Consumo, El Ministerio edita una guía para ayudar a quienes desean dejar de fumar, España, 2005.
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