En la entrada anterior habíamos comentado “La medida de más utilidad en el tratamiento de la hipertensión arterial es la restricción del sodio, por lo que usaremos menos sal o ninguna cuando se cocina”.
¿Cómo podemos conseguir y reducir la cantidad de sal de nuestra dieta?
Os voy a poner una serie de ideas para disminuir el consumo de sal:
- Usaremos menos sal o ninguna cuando cocinemos.
- No añadiremos sal a la comida al sentarnos a la mesa.
- Usaremos productos bajos en sodio o sin sal.
- Leeremos y nos informaremos en las etiquetas de los alimentos envasados, sobre su contenido en sal.
Limitaremos o evitaremos el consumo de:
- Los alimentos precocinados o procesados (empanadillas, croquetas, pizzas, lasaña…caldos concentrados, sopas de sobre, puré instantáneos…).
- Los alimentos curados, ahumados, chacinados, fiambres y embutidos.
- Las conservas o alimentos enlatados.
- Los alimentos envasados en salmuera (pepinillos, aceitunas…).
- Patatas chips, además de los condimentos y salsas (ketchup, la mostaza, salsa de tomate…).
- Frutos secos salados.
- Quesos curados.
- Mariscos y crustáceos.
- Aguas con gas.
- Pan y bollería industrial.
Fuente:
Jesús Millán Núñez-Cortés (Editor). Medicina Cardiovascular. Arterioesclerosis. 2005. Editorial Masson. Tomos II.Páginas: 1042-1044.
Continuará…
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