17 agosto 2009

La sal y la tensión arterial, la hipertensión arterial o la presión arterial alta



Foto de Dieta y Deporte (D&D) La sal. 17 de agosto de 2009

El título es un guiño a los amigos y familiares del otro lado del “charco”. Y la entrada es una mano tendida a un amigo que tiene que reducir su tensión arterial, difícil de controlar por su ansiedad o estrés laboral, además de su “corpulencia” y su resistencia a la concienciación de su problema.

Vamos a exponer algunos datos sobre la tensión arterial alta: su prevalencia varía de un país a otro, dentro del propio país varía de una población a otra, afecta a todas las poblaciones, excepto un corto número de individuos que viven en sociedades primitivas culturalmente aisladas.

Aclaro el término epidemiológico de prevalencia, según la RAE (Real Academia de la Lengua Española): es la proporción de personas que sufren una enfermedad con respecto al total de la población en estudio.

La hipertensión arterial explica aproximadamente el 6% de la mortalidad mundial.

Datos en EEUU indican un posible aumento de la tensión arterial en relación al aumento de la obesidad, está aumentada en relación a edad (mayores de 60 años en adelante), además de una mayor prevalencia en raza negra.

Hay un importante aumento de la tensión arterial en relación a la toma de cloruro sódico en la alimentación, aumento del consumo de la sal de mesa.

La baja ingesta de calcio y potasio en alimentos también podría contribuir al aumento de la tensión arterial.

Otros factores que contribuyen al aumento de la hipertensión serían el consumo de alcohol en exceso, el estrés y el sedentarismo. Además habría que tener en cuenta los factores ambientales y los genéticos, también las causas secundarias de hipertensión arterial (enfermedades renales, trastornos endocrinos…).

La medida de más utilidad en el tratamiento de la hipertensión arterial es la restricción del sodio, por lo que usaremos menos sal o ninguna cuando se cocina.

La ingesta de sal diaria aconsejable es de unos seis gramos (100 meq de cloruro de sodio o una cucharadita de sal para todo el día). Es complicado saber la cantidad de sal que tomamos pues va incluida en todos los alimentos, como por ejemplo en la leche.

Fuente utilizada: Harrison (Principios de Medicina Interna) 17ª edición, 2009. Editorial McGraw-Hill. Vol 2, páginas: 1549, 1554, 1559.

Continuará…

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