Estamos sustituyendo en nuestra vida cotidiana la actividad física y el deporte por a actividades sedentarias, cada vez más pasivas, lo mismo hacen nuestros niños que tienden a copiar o a imitar a sus mayores.
Según datos que figuran en el Programa Perseo tenemos los segundos niños más teleadictos de la Unión Europea por detrás de los niños británicos, que figuran en un triste primer lugar. A toda “esta actividad” de dos horas y treinta minutos enfrente al televisor, hay que añadirle treinta minutos de “juego” con videoconsola y el ordenador.
Dejar la educación en manos de la televisión, sin ser supervisada su visión por mayores, nos lleva a un desastre total sobre todo con la programación que se emite en horario infantil. La primera deducción será que tendrán que ver menos tele, ser más selectivos, exigir una programación más adecuada a su madurez intelectual… Y la segunda en vez de tanta vida sedentaria habrá que moverse más, pues van a pasar a la historia como la infancia más sedentaria y menos flexible de la humanidad, o sea la antítesis de la infancia.
Cómo debería ser la tele para los niños: adecuada a su edad, divertida, divulgativa, educativa… Evitar imágenes sobre todo agresivas, pues el niño puede no discernir en un momento determinado la realidad y la ficción, además de evitar imágenes desagradables, de contenido sexual…
Tenemos que aprovechar el tirón que ejerce la tele o el poder de atracción que ejerce sobre los más pequeños de la casa, y para ello el mensaje debe ser enriquecedor, ameno, entretenido, alegre y divertido para mejorar o ayudar a una buena educación infantil.
El tiempo que vean la tele que esté en parte supervisado por un adulto, sobre todo cuando son muy pequeños. Y que la duración de la visión de la tele les debe permitir saltar, correr, jugar…moverse en definitiva pues es lo que define a un niño.
La anécdota es la siguiente, le decía mi abuelo materno a mi madre cuando yo era niño, y de eso ya hace unos añitos: “Non lle tes que deixar ver tanto a tele a o neno, pois está mirando pa ela e non pestenexa” (No le debes dejar ver tanto la tele al niño, pues está mirando para ella y no parpadea, quiere decir que estaba embobado por la tele y además le daba la sensación que me creía toda la ficción de las películas que proyectaban).
Mi abuelo sin quererlo era un adelantado a sus tiempos…
Fuente de información: Programa Perseo.
Continuará…
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