Foto de Dieta y Deporte (D&D) La sal. 17 de agosto de 2009.
El consumo excesivo de sal es casi un mal universal, por lo menos en los países desarrollados, así países como Japón gastan millones de yens en promocionar un consumo moderado de sal con objeto de mejorar la salud, es quizás de los pocos puntos débiles de la cultura de la cocina japonesa.
En Finlandia, país que dio un cambio radical con "el Proyecto de Karelia del Norte" (años 70) pues sus conclusiones se aplicaron a todo el país, uno de los puntos era bajar la cantidad de sal utilizada en la comida y se implicó a la industria alimentaria en ello, con lo que se rebajó en el pan la cantidad de sal...con uno resultados espectaculares en disminución de patología cardiovascular (además de cambio de grasas, ejercicio, no al tabaquismo...).
Hablamos de países donde la expectativa de vida es la más alta del mundo, y con una calidad que raya la excelencia como en Japón y Finlandia, o sea que imaginaros otros países donde no hay esa cultura, ni condiciones socio-económicas.
En el Reino Unido también rebajaron la cantidad de sal, consiguiendo menos accidentes cerebrovasculares y muertes por infarto.
En España utilizamos casi el doble de la cantidad de sal recomendada por la OMS, unos 9.7 grs de los 5 grs recomendados. El Ministerio de Sanidad con el apoyo del Ministerio de Industria tratará de rebajar la sal y de informar sobre el contenido del mismo en los productos alimentarios, mediante etiquetas que expliquen mejor las características, componentes y cantidades para que la dieta sea más saludable (Esta es la segunda parte del Plan de Reducción de Consumo de Sal).
Son datos que se extrajeron de un estudio por encargado por la AESAN a la Universidad Complutense. Y fueron presentados por el presidente de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), Roberto Sabrido.
Hay que hacer especial hincapié en la sal oculta en los alimentos precocinados o procesados, ahumados, conservas... que ya comentamos en entradas o post anteriores. La AESAN señala que sólo el 20% de la sal que consumen los españoles procede del salero, flipante.
Os pongo para más información las entradas anteriores y las noticias relacionadas:
Lo que haremos es realzar y potenciar el sabor de las comidas, sin utilizar la sal, mediante el uso de hierbas aromáticas,
especias, aceite, vinagre, limón, lima...
Además con las salsas haremos los platos más sabrosos y exquisitos.
El tema de la condimentación, aromatización... es para gustos, no hay que excedernos en la cantidad pues cambiaríamos el sabor de los alimentos y nos conviene conseguir un punto de equilibrio.
¿Cómo podemos conseguir y reducir la cantidad de sal de nuestra dieta?
Os pongo una serie de ideas para disminuir el consumo de sal:
Usaremos menos sal o ninguna cuando cocinemos.
No añadiremos sal a la comida al sentarnos a la mesa.
Usaremos productos bajos en sodio o sin sal.
Leeremos y nos informaremos en las etiquetas de los alimentos envasados, sobre su contenido en sal.
Limitaremos o evitaremos el consumo de:
Los alimentos precocinados o procesados (empanadillas, croquetas, pizzas, lasaña…caldos concentrados, sopas de sobre, puré instantáneos…).
Los alimentos curados, ahumados, chacinados, fiambres y embutidos.
Las conservas o alimentos enlatados.
Los alimentos envasados en salmuera...
La hipertensión arterial explica aproximadamente el 6% de la mortalidad mundial.
La medida de más utilidad en el tratamiento de la hipertensión arterial es la restricción del sodio, por lo que usaremos menos sal o ninguna cuando se cocina.
El Gobierno pone en marcha una segunda parte del Plan de Reducción de Consumo de Sal (Diario El Mundo).
La reducción de la ingesta de sodio podría evitar miles de muertes al año por enfermedades relacionadas con la hipertensión (Diario El País).
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