Foto de girasol. Foto realizada por Dieta y Deporte (D&D) el 8 de agosto de 2010 (En a Zapateira, A Coruña).
En el post de hace unos días titulado
Dieta y Deporte en el verano 2011 (2), hice referencia a
las gafas de sol. Comenté que la segunda enfermedad más frecuente producida por las radiaciones UV: son las cataratas tras el temido melanoma. Curioso, ¿verdad?
Y que la tercera parte de las gafas de sol que compramos no nos protegen, o sea no son las adecuadas. Así el exceso de luz solar puede producirnos además de las cataratas, queratitis, conjuntivitis, lesiones en la retina...Y una visera puede ser el complemento saludable e ideal junto al uso de unas gafas de sol homologadas para evitar las lesiones descritas.
Voy a profundizar un poco más en el tema, así comenzaré por el uso de las gafas de sol adecuadas (Homologadas por la Comunidad Europea y que cumplan la normativa en España, o sea
la UNE-EN 1836:2006+A1) que nos evitarán o minimizarán
las posibles lesiones oculares, estas
dependerán de nuestra sensibilidad ocular, del tiempo de exposición solar, de la altitud, así como de la latitud.
Hay lesiones oculares que van a depender de
nuestra sensibilidad ocular individual y de nuestra pertenencia o no a los grupos de riesgo, así las personas con los ojos claros, además de los niños y de los ancianos (bien por tener poca pigmentación, falta de madurez del sistema ocular o degeneración del mismo) son más susceptibles de padecer retinopatías por lo que deben extremar las precauciones, y sobre todo en la temporada de más horas de sol.
La mayor intensidad lumínica se da durante los meses de verano, también es cuando el
tiempo de exposición al sol es mayor. En esta época estamos más tiempo en el exterior, al aire libre y en contacto con la naturaleza, de ahí que tenga especial importancia el horario. Las peores horas de exposición serían las centrales, es decir de 10:00 a 16:00 horas que habría que evitar.
En cuanto a
la altitud: a mayor altura hay una menor densidad de la atmósfera, por lo tanto menos capas que nos protegen de la radiación ultravioleta por lo que pasan en mayor cantidad, eso es lo que sucede en la montaña por lo que es necesario mayor precaución (esto sin contar con el efecto de reflexión sobre la nieve). La intensidad de las radiaciones ultravioleta aumenta 5% por cada 1000 metros de altitud.
En cuanto a
la latitud: cuanto más cerca estemos del ecuador habrá mayor exposición e intensidad a los rayos ultravioleta, por lo tanto hay que cuidarse mucho más y ser más precavidos.
El cristalino de los mayores está más deteriorado y no filtra la radiación como debiera, se acelera el daño e induce a la catarata.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que las cataratas corticales afectan a 18 millones de personas. De estos pacientes, "unos 4,5 millones las sufren por la exposición al sol", apunta Piñero. Otro análisis de la OMS, de 2006, La carga mundial de morbilidad que se atribuye a la radiación ultravioleta solar, revela que las cataratas corticales son la segunda causa de carga mundial de enfermedad por radiación UV, después de los cánceres de piel. (el país.es)
Continuará...
Más información:
Las radiaciones ultravioleta y la salud humana OMS
Nota descriptiva N° 305
Diciembre de 2009
UNE-EN 1836:2006+A1:2008
Protección individual del ojo. Gafas de sol y filtros de protección contra la radiación solar para uso general y filtros para la observación directa del sol. Aenor.es
Ojos quemados el país.es
Gafas de protección epibalear.pdf
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