Foto realizada por Dieta y Deporte (D&D) el 7 de febrero de 2010.
Los Menhires, obra de Manolo Paz (2004). Es una recreación del pasado.
Forman parte del Parque Escultórico de la Torre de Hércules (A Coruña). Es un grupo escultórico de doce piezas, está situado a pocos metros de la costa y de la Casa de las Palabras (Antiguo Cementerio Moro).
Dar la enhorabuena al Servicio de Cardiología del Hospital De A Coruña, por el brillante trabajo que han realizado y publicado en el Journal of the American College of Cardiology.
En especial a los doctores: Alberto Bouzas-Mosquera, Jesús Peteiro, Nemesio Álvarez-García, Francisco J. Broullón, Victor X. Mosquera, Lourdes García-Bueno, Luis Ferro y Alfonso Castro-Beiras.
La importancia del artículo para mí viene dada por la posibilidad del cambio de la prueba diagnóstica de elección, que pasaría de ser la prueba de esfuerzo a ser la ecocardiografía de esfuerzo o de ejercicio dado que tiene más precisión diagnóstica y permite una mejor estratificación pronostica. Eso fue lo que demostró el estudio realizado en el Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña.
Se visualizan de forma directa la contractilidad y los movimientos del corazón en respuesta al ejercicio físico y se pueden detectar anormalidades antes de que dé dolor torácico o las alteraciones electrocardiográficas de la isquemia, y este es el gran aporte de la prueba. Con lo que se consigue nos adelantemos al problema y si tiene solución podemos intentar dársela.
Las ventajas que enumeran los autores son las típicas de un eco: más baratas, más ágiles (menor tiempo de duración de la prueba), menos complicaciones (se tiene más información del paciente al momento: ecg, eco y posible clínica), menos efectos secundarios (no se utilizan medicamentos)... Y los protocolos de la ecocardio de ejercicio son iguales a los de una ergometría convencional. Además el eco es más sensible para la detección de problemas.
Mi experiencia personal: es una prueba dura, para mí es más llevadera la prueba de esfuerzo (si bien no es más segura por lo anteriormente citado).
Es más dura por ser una prueba más exigente físicamente, en pocos minutos alcanzas el pico máximo y en la prueba de esfuerzo tal como las hice yo siempre fueron muy progresivas.
Entorno a 6 minutos de esfuerzo para alcanzar los 15 METS, alcanzar los 179 de frecuencia, correr todo lo que puedas con una inclinación importante, que si no te ayudas de "sujeta-manos" pierdes el equilibrio y te puedes caer.
A todo esto el cardiólogo con el transductor presionándote en las costillas y empujándote en dirección contraria (tú intentando mantener la velocidad y el equilibrio), en los días siguientes tienes molestias en las costillas, e incluso hematoma.
Además de las tomas de tensión arterial en carrera (este inconveniente es también común a la ergometría), disminuyes algo la velocidad en la prueba.
De todos modos gracias compañero: Dr. Peteiro.
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