01 marzo 2009

Enfermedad inflamatoria intestinal crónica: Enfermedad de Crohn, Colitis Ulcerosa y Dieta (1)

Imagen de The Bowel Disease Foundation

Este post se lo dedicamos al hermano de un buen amigo, esperamos que le sea de ayuda.

Grupo de enfermedades idiopáticas (son enfermedades de causa desconocida, o sea que no se ha logrado evidenciar un factor causal) que lesionan el intestino, alteran su capacidad funcional y pueden acompañarse de síntomas generales.

En el caso de la enfermedad de Crohn puede afectar a cualquier tramo del tubo digestivo, desde la boca al ano. Síntomas característicos: dolor abdominal recurrente (que vuelve a ocurrir o a aparecer, especialmente después de un intervalo), diarrea y pérdida de peso.

En el caso de la colitis ulcerosa suele afectar el 95% al recto. Síntomas característicos: diarrea con sangre y/o moco en las heces.

Hay un 10-15% de los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal crónica que es imposible establecer con precisión un diagnóstico definitivo.

El tratamiento depende de la intensidad o gravedad del brote (fase aguda), y de la localización del proceso. La enfermedad cursa por brotes y con periodos asintomáticos (intervalos de remisión clínica), o sea sin clínica.

Los objetivos nutricionales son corregir las deficiencias y proporcionar los nutrientes necesarios sin agravar los síntomas digestivos, y mejorar la respuesta al tratamiento médico y quirúrgico.

En fase aguda o del brote (activa): limitar la ingesta de sólidos y líquidos, pasando posteriormente a preparados enterales (por vía oral a pequeños sorbos, o directamente al estómago por gastrostomía) y/o parenterales (nutrientes directamente por vía venosa) según tolerancia y, después, dieta baja en fibra (pobre en celulosa o en residuos).

La dieta, fuera del brote, debe ser normal, aunque en ocasiones es aconsejable la dieta pobre en residuos o sin lácteos. La nutrición enteral puede ser coadyuvante al tratamiento médico o como alternativa en brotes.

La dieta debe ser sana, natural y equilibrada (o balanceada, no utilizar el anglicismo ya que tenemos un vocablo en castellano que la define muy bien). Los que leéis el blog ya conocéis la frase. Es importante mantener el estado nutricional adecuado del paciente.

No se ha identificado ningún componente de la dieta que sea nocivo en los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal crónica ni que determine el brote. En la fase aguda, y aunque las evidencias en este sentido son discutibles, se aconseja una dieta sin lácteos y pobre en residuos (sobretodo verduras). Tras la obtención de la remisión, y si no existe intolerancia a la lactosa, los pacientes pueden reintroducir la leche. En el caso de colitis ulcerosa (y posiblemente en la enfermedad de Crohn de colon) las dietas ricas en fibra poseen un efecto beneficioso en la prevención de la recidiva.

Medidas dietéticas: dieta rica en calorías, proteínas e hidratos de carbono, pobre en celulosa.Averiguar la tolerancia e intolerancia individual a los alimentos (ver que alimentos nos provocan síntomas, por ejemplo: náuseas, vómitos, flatulencia, diarrea y dolor abdominal).

Fuentes:

Miguel A. Montoro Huguet: Principios básicos de la gastroenterología para médicos de familia, 2ª edición. Jarpyo Editores, S.A. 2002. Páginas: 406-407.

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